RePensar

Proactividad es un término que describe la actitud de un individuo en la que asume el pleno control de su conducta vital de modo activo, lo que implica la toma de iniciativas en el desarrollo de acciones creativas y audaces para generar mejoras. El concepto opuesto es el de Reactividad, o tomar una actitud pasiva y ser sujeto de las circunstancias y por ende de los problemas.

Me atrevo a transcribir esta pequeña definición para que de alguna manera pueda tener una dirección en lo que intento realizar. Tener una actitud Reactiva es seguir culpando a otros, ya sea una institución, persona o un método de nuestro presente, es seguir dando vueltas sobre algo de lo que ya no tiene sentido discutir. Este pensamiento puede llevarnos a extremos por demás opuestos, el conformismo y la pasividad que es lo mas cómodo o la búsqueda de cumplir el propósito de Dios en nuestras vidas, que por cierto nada tiene que ver con vivir lleno de tradiciones y rituales.

Tener una actitud Proactiva es tomar la decisión que las cosas que están rodeándonos no nos van a detener ni alejar de lo que Dios tiene para nosotros, buscamos como personas maduras otras alternativas, si estas no existen las generamos, pero renunciamos a estancarnos y dejarnos morir o a vivir una vida limitada a echar culpas sobre otros.

Me encantan las palabras Audaces y Creativos, personalmente entiendo que debemos tomar de la decisión de avanzar, animarnos a RePensar nuestra fe, partiendo de una sincera búsqueda de Dios, de un estudio de su palabra y de la interacción con otros .

Seamos honestos, la comodidad de hacer siempre lo mismo sin saber porque lo hacemos y que esto tenga el agregado de la aceptación de los demás es demasiado tentador.

Me gusta la aventura y los riesgos que conlleva realizarlas, es más fuerte que yo, créanme que se que hay algo allí en medio de un lugar poco explorado, no puedo expresarlo con claridad, pero sé que está listo para ser hallado por quienes se animen a buscarlo.

El riesgo es la crítica, muchas veces cruel y el temor de no ser entendido o aceptado, pero Dios nos a dotatado con la capacidad de pensar y con la libertad de tomar decisiones.

Me defino como un tipo normal, esposo, padre y amigo que no tiene la intención de generar una revolución y que reivindica la sencillez como estilo de vida que quiere y desea la frescura diaria en su relación con su Dios y se anima a meterse en un viaje que lo llevara por momentos de replanteos y reconstrucción de su fe.