“Si no puedes reproducir discípulos, no puedes reproducir líderes.
Si no puedes reproducir líderes no puedes reproducir iglesias. Si no puedes
reproducir iglesias, no puedes reproducir movimientos”
Neil Cole
Continuando con la idea acerca de los modelos preconcebidos que
nos limitan y atan quiero que podamos ver una imagen más que nos regala el
libro de Hechos de los Apóstoles, se está por producir un suceso que cambiara
el curso de nuestra historia.
Pedro se encuentra en una terraza orando, lleva allí un buen
tiempo y tiene hambre, el Señor conocedor de todas nuestras necesidades por
medio de una visión entabla un dialogo con el discípulo del cual seremos
nosotros las máximos beneficiarios.
Toda una variedad de animales que en su condición de judío le
eran impuros a Pedro se le aparecen sobre un mantel y Jesús “en persona” le
ordena que mate al que más le apetezca y se lo coma.
La ley judía prohibía comer una seria de animales por
considerarlos impuros, una lista da el detalle de cada uno de ellos y la orden
de no comerlos, estas reglas pertenecían a las leyes sanitarias que Dios le había
dado al pueblo hebreo en el desierto, por cierto aun hoy los judíos no consumen
estos animales.
Sin embargo la orden
del maestro incluía lo siguiente “las
cosas que yo purifique tu no las llames impuras”
esta situación debió repetirse por TRES veces para que en la mente de Pedro se
genere la duda, el espacio para romper un paradigma establecido que decía que
un discípulo solamente podía ser de procedencia judía.
Si por el fuera, si dependiera de la idea establecida en su
mente y en su corazón la buena noticia del Reino de Dios nunca jamás habría sido
compartida con un extranjero.
Aquí aparece una vez más reflejada, con una exactitud que
asusta, lo que un preconcepto puede hacer o como puede entorpecer la voluntad de Dios. Como
nuestras mentes, nuestros puntos de vista tienden a limitar y encajonar la
voluntad del Padre.
Que tremenda fue la sorpresa de aquel seguidor de Jesús
cuando se limitó a ceder el control de sus acciones y movimientos a aquel que
es la Cabeza de la iglesia y hace conociendo todas las cosas. Con asombro pudo
ver que sus ideas, sus paradigmas son pequeños, limitados y por si esto fuera poco corrompidos
por el pecado.
¿Que ideas hay en la actualidad en medio de su pueblo que
impiden o limitan el mover de Dios?
¿Que es lo que en la actualidad se entiende por DISCÍPULO?
¿Que es lo que reproducimos o multiplicamos cuando hablamos
de DISCIPULADO?
¿Que estructuras o formatos se encuentran enquistados en
nuestras mentes y corazones al punto de llegar a quitar del medio las enseñanzas
de Jesús sobre el tema?
Oí una vez que el 70%
de los mensajes son gestuales, es decir, aunque decimos una cosa nuestros hechos pueden
ir en una dirección contraria;
seguramente no hay congregación en la tierra que declare que ellos no tienen al
Señor como cabeza y que es su voluntad la que siguen, pero que diferente es lo
que podemos observar en los hechos.
Permítanme tomarme la libertad de pensar si alguna vez nos hemos encontrado con el mantel de la terraza en casa de Simón el curtidor, si alguna vez escuchamos al Señor diciéndonos que
lo dejemos a El hacerse cargo de su iglesia.
Permítanme creer que no le llegamos a los talones muchos de
nosotros al Pedro de aquella azotea y sin embargo nos movemos con una “seguridad”
que asombra.
Permítanne generar la duda, el espacio para que nos atrevamos a replantearse si todas
aquellas cosas que llevamos adelante pertenecen a nuestros preconceptos, estructuras y
paradigmas o realmente Jesús es el Señor de nuestros proyectos.
Dios ayúdanos a
tener una mente
abierta , háblanos
claramente como en aquella terraza
y saca de nuestras mentes y corazones preconceptos que limiten todo lo bueno que tenes
para cada uno de nosotros, AMEN.
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